TRADICIÓN FAMILIAR
 
La tenacidad de ciertas familias del Priorat en la supervivencia de sus viejos viñedos es el secreto a voces de la extraordinaria calidad y singularidad de sus vinos. La familia Bartolomé i Vernet es un vivo ejemplo de esta actitud comprometida con la tierra y la vid que, generación tras generación, ha cultivado las cepas de sus “trossos” con las que ha elaborado sus vinos a la manera tradicional con la variedades autóctonas garnacha y samsó exclusivas de su propiedad.